El siguiente artículo describe la probelmática de las liebres en plantaciones de nogal pecán y como controlarlas.
DISTRIBUCIÓN EN ARGENTINA Y SUDAMÉRICA
La liebre europea (Lepus europaeus) fue introducida inicialmente con fines cinegéticos (caza) en las provincias de Santa Fe, Buenos Aires, San Luis y Santa Cruz a finales del siglo XIX. Desde entonces, esta especie exótica se dispersó hasta ocupar, actualmente, todo el territorio de Argentina.
También puede encontrársela en todo el territorio de Chile, el sudeste de Perú, el sudoeste de Bolivia, el sudeste de Paraguay y el centro-sur de Brasil.
Es un herbívoro que puede llegar a competir con el ganado por el alimento y provocar daños en cultivos de granos, pasturas y plantaciones de árboles frutales y forestales. Por este motivo, la liebre ha sido declarada “especie plaga” por varias legislaciones, tanto nacionales como provinciales.
CARACTERÍSTICAS BIOLÓGICAS
La liebre europea adulta mide aproximadamente 30 cm de altura, con un peso corporal promedio de entre 3 y 4 kilogramos, aunque fácilmente puede llegar a pesar por arriba de los 5 kilogramos, si se encuentra con recursos alimenticios y condiciones medio-ambientales adecuadas.
Posee dos pares de incisivos en el maxilar superior, el segundo más pequeño y ubicado detrás del primero.
El pelaje es marrón mezclado con amarillo y gris, blanquecino en la parte ventral del cuerpo y la parte interior de las patas. La cola es oscura en la parte dorsal y blanca en la ventral. Las orejas son largas (miden entre 11,5 y 12,5 cm) y poseen una característica mancha negra en la punta.
Las patas traseras son más largas que las delanteras lo que les permite correr a saltos a considerable velocidad y sentarse erguidas sobre sus cuartos traseros. Presenta 5 dedos con uñas.
Para vivir prefieren lugares abiertos con pastos cortos, ya que en lugares con estas características tienen buena visibilidad ante los depredadores y pueden correr fácilmente al detectar cualquier amenaza potencial.
El período de gestación es de 42 días y puede llegar a tener hasta 2,5 pariciones anuales por hembra. En cada parto tiene un promedio de 2,17 crías; es decir que cada hembra puede producir de 4 a 6 crías por año.
Consume, aproximadamente, el 6 o 7% de su peso vivo por día, que equivale a 200 gramos de materia seca.
Por sus hábitos alimenticios y su densidad poblacional ha sido considerada una especie perjudicial para la producción agropecuaria y la regeneración del bosque nativo; aunque las pérdidas reales son difíciles de cuantificar y evaluar económicamente.
PERJUICIOS EN PLANTACIONES DE PECANES
En árboles de pecán, suelen morder la corteza del tronco en su base; sobretodo en árboles de hasta 5 años de edad.
El ataque de liebre en pecanes es fáciles de reconocer, pues puede observarse en la corteza de la base del tronco un corte oblicuo o en bisel. Dado que el paso de savia (todos los nutrientes) se da por la corteza del pecán, al roer la liebre la misma está destruyendo el medio por el que se desplaza la misma. De esta manera la circulación de savia es menor, por lo que el crecimiento y desarrollo del árbol puede verse retrasado.
En el caso (no habitual) de que la liebre roa/corte toda la vuelta o anillo de corteza del tronco, entonces provocará la muerte del pecán.
Evidencias de ataque de liebre.
TÉCNICAS DE CONTROL
Los métodos más utilizados para evitar y/o minimizar el daño ocasionado por liebres pueden ser de dos tipos:
- Directos: consisten en disminuir el número de individuos de la especie problema. Hay tres tipos de métodos directos: TRAMPEO, CAZA y CEBOS TÓXICOS.
- Indirectos: se basan en evitar el daño impidiendo el acceso al recurso que se protege (el árbol de nogal pecán) por parte de la liebre.
En Argentina, la estrategia más utilizada hasta el presente ha sido el ataque directo y los métodos más comunes el trampeo, la caza y el envenenamiento. Veamos cada una de las metodologías del método directo a continuación.
MÉTODOS DIRECTOS
1. Trampeo
Se realiza con un lazo de alambre corredizo (llamado comunmente güachi o hüachi) colocado; por lo general, en corredores o pasajes usados por la liebre, armado de tal manera que atrapa al animal por el cuello.
Es poco usado, ya que su eficiencia como método de combate es baja, aunque puede llegar a ser un buen complemento en superficies reducidas.
2. Caza
La caza se realiza con armas de fuego (carabinas o escopetas). Es efectiva como método de control sólo en áreas limitadas y cuando se ejerce una presión uniforme de caza en toda la zona.
Este método es una alternativa para regiones de fácil acceso -pastisales y/o praderas- y donde no existen sitios de refugio (relieve quebrado).
Tiene la desventaja de que requiere una gran inversión de horas/hombre.
3. Cebos Tóxicos
Los cebos más aceptados por las liebres son las frutas y hortalizas frescas -especialmente manzanas y zanahorias-.
Otros cebos, como los granos de cereales: avena, cebada, trigo, etc. difícilmente son consumidos por las liebres (Amaya 1973). Sin embargo, son prácticos cuando se les coloca un tóxico ya que mantienen el efecto del mismo durante largos períodos de tiempo.
No existen productos tóxicos registrados específicos para el control de liebres en nuestro país, lo que resulta en una desventaja, pues al utilizarse productos no específicos para liebres, los mismos pueden llegar a ser altamente peligrosos para otros animales.
Los tóxicos actualmente permitidos en Argentina para su utilización en campos son los anticoagulantes de ingestión múltiple como la warfarina, la difacinona y el brodifacoum; todos productos que se comercializan generalmente como rodenticidas (veneno para ratones).
Veamos los diferentes pasos a seguir para la utilización de cebos tóxicos.
3.1 Cebado
Colocar sobre el suelo 2 o 3 cucharadas de cebo (sin tóxico) cada 10 metros y en líneas paralelas separadas entre sí por 20-30 metros.
Revisar las estaciones de cebado día por medio durante una semana y reponer solamente en los lugares donde fue comido. Una alternativa para evitar el consumo del cebo por parte de otros animales es la construcción de cebaderos (de madera o alambre) al que sólo puedan acceder las liebres.
Al séptimo día se retira todo el cebo.
3.2 Colocación del tóxico
Colocar el cebo tóxico únicamente en las estaciones donde haya habido consumo y dejarlo actuar durante uno o dos días.
Recorrer las estaciones removiendo y enterrando el cebo tóxico remanente (que no haya sido comido), así como las liebres muertas, a fin de evitar la intoxicación de animales silvestres y/o domésticos.
IMPORTANTE: en todos los casos el manejo de tóxicos, por su peligrosidad, debe ser realizado por personal entrenado y acorde a las indicaciones del marbete del producto.
MÉTODOS INDIRECTOS
Una manera de proteger los cultivos sin afectar la población de liebres es impedirles el acceso a los mismos.
Los más importantes son:
- Protección mecánica: alambrados perimetrales, alambrados eléctricos y protectores individuales de plantas.
- Protección química: repelentes.
Protección mecánica
Es un método bastante eficaz aunque resulta poco eficiente. Consiste en una barrera física perimetral que impide el acceso de las liebres a la plantación.
El más utilizado es el alambre tipo gallinero o chanchero (romboidal o hexagonal) de un metro de altura.
También (de ser posible), se puede aprovechar la presencia del alambrado tradicional al cual se le adosa una malla metálica o plástica.
En cualquier caso, se recomienda que la malla tejida tenga una abertura que no supere los 5 cm, y que se entierren los 20 cm de la parte inferior de la misma en el suelo para evitar que se levante y permita la entrada de liebres a la plantación de pecanes que se esté protegiendo.
La inversión inicial y el costo de mantenimiento, usualmente muy elevados (sobre todo cuando las superficies a proteger son extensas, como ocurre generalmente en agricultura extensiva e intensiva y como es el caso del nogal pecán), constituyen las principales limitantes para su uso.
Si bien existen alambrados eléctricos diseñados específicamente para liebres éstos no se encuentran disponibles en nuestro país. Sin embargo, en pequeñas superficies es posible utilizar los alambrados eléctricos que comúnmente se comercializan para el manejo del ganado (tenga en cuenta que se deben utilizar 5 hilos conductores con un espacio de 10 cm entre sí con las varillas ubicadas a 5 metros unas de otras).
Este sistema tiene la misma gran desventaja que los alambrados perimetrales: elevada inversión inicial y elevados costos operativos/de mantenimiento.
La protección mecánica puede variar según el tipo de cultivo; en plantaciones forestales o en pequeños montes se utiliza el cuidado individual de plantas que consiste en rodear el árbol con diferentes elementos protectores (cilindros de metal, de alambre tejido, capuchones de alambre, bolsas de tela, etc.). Este tipo de protectores permite el desarrollo de la planta hasta que alcanza un desarrollo de tronco a partir del cuál la planta no puede ser dañada y a partir del cuál ya se podrá remover la protección.
Una ventaja importante de este sistema es su posibilidad de reutilización en otros cuadros/plantaciones.
Protección química
Repelentes. Son sustancias que tienen un olor o sabor particular, razón por la cual, se utilizan para repeler o mantener alejados a los animales. Se aplican directamente sobre las plantas o sobre una estaca clavada al costado del pecán. La eficacia de un repelente va a depender de la persistencia del mismo; es decir, de la duración del olor o sabor una vez aplicado sobre la planta/estaca.
Existe una gran variedad de productos que se pueden dividir en dos grandes ramas: los comerciales y los caseros.
Repelentes comerciales
En su gran mayoría contienen azufre suspendido en materia grasa que facilita la aplicación en las plantas.
También se utilizan como repelentes preparaciones que contienen fungicidas como el bisulfuro de tetrametiltiocarbamato o el dimetil ditiocarbamato de zinc. Ambos se encuentran en el mercado como Thiiran 50 o Arasan y Ziram, respectivamente.
Actualmente las únicas marcas disponibles en el mercado nacional son UNUN y MACHITUN (formulados a partir de compuestos alimenticios biodegradables); ambos son elaborados por el laboratorio Wemun.
Repelentes caseros
Un preparado casero que suele utilizarse es una mezcla de aceite quemado de automotores, hígado picado en cal viva, sangre o grasa animal, que se mezclan y/o combinan en distintas cantidades, según la experiencia de cada usuario.
Modo de empleo
La utilización de los repelentes varía según sean líquidos o sólidos.
Si son líquidos se sumergen las plantas en el producto activo o bien se las rocía una vez plantadas. En general, los repelentes de este tipo son más fáciles de aplicar.
Con los repelentes sólidos (químico suspendido en una sustancia grasa) la aplicación se realiza untando el tallo de las plantas o las estacas que se colocan como guía.
Por lo general, el uso de repelentes es limitado en Argentina donde, a nivel experimental se han obtenido buenos resultados con algunos productos aplicados en plantaciones forestales.
Los productos repelentes que actualmente se comercializan en el país son:
- Repela Glex: compuesto realizado en base a Thiram (fungicida) suspendido en adhesivo líquido que se comercializa en bidones de 5 litros y se aplica diluido en agua al 2-3%.
- Hinder: compuesto en base a sustancias amoniacales suspendidas en adhesivo líquido. Se comercializa en bidones de 9 litros y se aplica diluido en agua al 10-20% según la época del año (20% a principios del otoño y 10% a fines de invierno).
- Paglione: compuesto realizado con azufre suspendido en sustancias grasas. Se aplica sin diluir, con pincel y directamente sobre la planta o sobre una estaca de madera colocada al lado de cada planta.
LA RECOMENDACIÓN DE VIVERO ANJU
En nuestro caso, lo que recomendamos es utilizar en primer término un método indirecto químico casero; es decir, actuamos protegiendo las plantaciones utilizando un repelente directamente aplicado sobre la planta.
¿Qué producto aplicar? Pintura látex de exteriores, diluida con agua en una relación 80-20 o 70-30 dependiendo de la calidad de la pintura (80% o 70% de pintura y el resto de agua).
Esta metodología nos ha dado resultados 100% efectivos. Lo mismo le ha ocurrido a otros colegas pecaneros
Más allá de eso, me ha comentado dos clientes que en su caso, luego de pintar los troncos con pintura, aún así los árboles seguían siendo atacados por liebres. Es posible que en este caso la pintura haya estado demasiado diluída, o que incluso estando bien diluída aún así la pintura no fuera suficientemente fuerte para repeler el ataque de las liebre; que por otro lado, pueden estar más adaptadas a la pintura. Como sea, cada cliente debe probar la metodología que mejor se ajuste a su situación.
Sobre las proporciones de la mezcla, se debe asegurar que la mezcla esté bien diluida pero no tanto como para que la pintura se caiga con la primera lluvia, o se lave rápidamente luego de solo unos meses.
La mezcla de pintura blanca y agua (además de evitar/disminuir el ataque de liebres) sirve para repeler los rayos solares; lo que a su vez favorece la disminución de la temperatura del tronco del pecán para que el árbol trabaje mejor en términos metabólico.
La pintura blanca también sirve para disminuir (al menos un poco) el efecto nocivo de las heladas fuera de temporada en zonas donde puedan presentarse las mismas.
Además de proteger al pecán de las altas temperaturas y de mitigar el efecto de las heladas sobre la corteza del mismo, si se aplica un poco de fungicida a la mixtura de pintura látex y agua, también puede aprovecharse la mezcla para repeler el ataque eventual de insectos sobre el tronco.
A continuación puede observar los troncos pintados de algunas cuadros de nuestras propias plantaciones.
En segundo término recomendamos en la medida de lo posible la utilización de un método directo para trabajar sobre la densidad poblacional de liebres en la zona.
En nuestro caso particular, el método directo que ha demostrado ser más efectivo es la caza.
En caso de que se elija esta metodología, hay que asegurarse de que la legislación habilita a dicha práctica en su zona y en el período del año en que se decida realizar esta práctica.
Se debe procurar además que esta práctica sea llevada a cabo únicamente por personal entrenado, con las habilitaciones pertinentes para realizar la actividad, con armas de fuego autorizadas y debidamente registradas de acuerdo a lo que marca la legislación nacional y provincial en la materia.
Si no hay personal capacitado, o el mismo no tiene entrenamiento y/o experiencia, no proceda a realizar esta práctica: evite accidentes.
Aclaraciones finales
El manejo de cada plantación particular puede variar de acuerdo a los objetivos del proyecto, la zona geográfica, el suelo, la disponibilidad de agua, de mano de obra calificada, de insumos, herramientas, maquinarias y equipamiento, variedad, región climática, habilidades de gestión, financiación, edad de los árboles, clima, laboreos y otros factores.
Estas recomendaciones solamente son una guía basada en nuestra experiencia en la gestión de nuestras plantaciones de nogal pecán. Cada productor necesitará desarrollar un plan de acción, para sus necesidades y capacidades, atendiendo a las características específicas y particulares de su plantación.
¡CUALQUIER CONSULTA QUEDAMOS A SU DISPOSICIÓN!