Poda de invierno en plantaciones de nogales pecán

Criterios Generales para la CONDUCCIÓN FORMATIVA de árboles en plantaciones comerciales de NOGAL PECÁN.

ACLARACIONES PREVIAS

El siguiente instructivo ha sido elaborado íntegramente por VIVERO ANJU con el objetivo de brindar información sobre el proceso de conducción y poda de árboles en plantaciones comerciales de nogal pecán; tema que hasta el momento no ha venido teniendo un desarrollo teórico-práctico adecuado en nuestro país.

La confección del mismo ha sido posible en primera instancia gracias a la consulta reiterada de bibliografía específica desarrollada en Estados Unidos y México, publicada en formato digital. Ambos países son los principales referentes a nivel mundial en el desarrollo y gestión de plantaciones comerciales de nogal pecán.

En segundo lugar; este texto ha sido posible gracias a la experiencia adquirida a partir de los aciertos y errores que hemos cometido a la hora de gestionar nuestras propias plantaciones de nogal pecán.

Esta experiencia ha sido plasmada de la forma más sencilla posible, acudiendo a ayudas gráficas, para amenizar la lectura y facilitar la comprensión de los criterios que rigen el proceso de poda en su totalidad.

No es nuestra intención a la hora de elaborar y compartir este instructivo plantear una forma única, indiscutible y/o infalible de llevar a cabo un proceso de poda/conducción de plantaciones, sino más bien plantear algunos CONOCIMIENTOS BÁSICOS SOBRE PODA plasmados en CRITERIOS GENERALES que puedan ayudarlo a usted como productor en el manejo de su propia plantación.

A partir de su propia experiencia seguramente podrá como productor desarrollar otra/s metodología/s y/u otros criterios de poda que los lleven a obtener resultados similares o incluso más eficaces y eficientes en su plantación. Cualquier aporte por supuesto es bienvenido.

Más allá de lo antedicho, esperamos que esta información le sea útil para optimizar el estado general de sus plantaciones, la estructura particular de sus árboles y para finalmente maximizar los rendimientos y su rentabilidad.

Cualquier sugerencia, crítica, aporte y/o comentario pueden escribirnos a través de nuestro formulario de contacto.

PODA DE CONDUCCIÓN

Si bien en la actualidad existe escasa bibliografía sobre poda en pecanes, esto no implica que la misma deba ser tomada a la ligera.

La falta de información y desarrollos teóricos sobre poda se debe principalmente a dos motivos:

  1. Cambio en las concepciones de manejo
  2. Carácter netamente práctico del proceso

1. Cambio en las concepciones de manejo

Si bien la historia del árbol de pecán y el aprovechamiento de sus frutos en EE.UU (de donde es originario) tiene una larga historia, recién en las últimas décadas comenzó a desarrollarse el cultivo en forma sistémica con destino comercial.

En sus inicios en el centro y este de los Estados Unidos, los árboles de nogal pecán se desarrollaban principalmente de forma natural, sin seguir un patrón organizado de plantación ni técnicas sistematizadas de manejo. En ese entonces los frutos estaban destinados prácticamente en su totalidad al consumo familiar. El criterio era dejar que el árbol creciera naturalmente, con la idea de que mientras más grande fuera más frutos daría.

Con el paso del tiempo y a medida que los productores comenzaron a vender sus producciones excedentes en los mercados locales (sumado a una mayor divulgación de sus cualidades como una fuente nutritiva de alimento), el fruto comenzó a cobrar reconocimiento en los mercados consumidores.

Posteriormente, gracias a sus cualidades organolépticas el nogal pecán fue haciéndose cada vez más conocido, y la demanda fue creciendo en forma exponencial.

A partir de allí el nogal pecán comienza a cobrar relevancia como fuente de recursos económicos para el productor, que empieza a ver el cultivo como una importante alternativa productiva para mejorar su economía.

Como consecuencia de esta demanda creciente por el fruto, desde diferentes casas de estudio del país del norte y gracias también a una mayor promoción y apoyo del sector público comienzan a enfocarse los esfuerzos en desarrollar la tecnología de manejo del cultivo.

Si bien a partir de estos esfuerzos comienzan a desarrollarse y divulgarse una importante cantidad de temas que hacen al cultivo del nogal pecán, lo cierto es que el desarrollo de conocimientos y la difusión de beneficios inherentes a la poda quedó bastante rezagada con respecto a otras prácticas de manejo. Lamentablemente durante mucho tiempo persistió la creencia de que “es mejor no tocar los árboles para que produzcan más”.

En las últimas dos décadas y gracias al notorio crecimiento y la mayor importancia relativa que ha ido cobrando el sector pecanero con respecto a otras explotaciones agrícolas, se comenzaron a realizar distintos estudios a fin de medir los cambios de productividad en plantaciones con y sin procesos de poda. Se da a a partir de estos desarrollos una mayor evolución en cuanto a desarrollo de conocimientos sobre poda.

Gracias a esta evolución se ha desterrado para siempre la concepción de que es mejor no tocar los árboles para que produzcan mucho más. De hecho, está comprobado que un manejo adecuado de poda permite alcanzar rendimientos productivos superiores y mayor estabilidad en la producción.

Los beneficios de esta práctica saltan a la vista: a mayores rendimientos (y más estables), mayor rentabilidad.

2. Carácter netamente práctico del proceso

Al igual que aprender a andar en bicicleta, la poda es una actividad de carácter netamente práctico o; dicho de otra manera, una actividad que se aprende con la práctica.

Se debe tener en cuenta que cada pecán tiene sus propias y particulares necesidades de poda y que por lo tanto cualquier ejemplar va a requerir una poda al menos ligeramente diferente a la de cualquier otro pecán.

Por otro lado, es probable que dos o más personas con la misma formación teórico-práctica tomen decisiones diferentes con respecto a que rama cortar o donde realizar el corte. Esto no implica necesariamente que una de estas decisiones esté mal, sino que ante la misma situación pueden existir tantos puntos de vista como gente que opine, y estar todas bien orientadas. En este caso no resulta tan importante la decisión particular con respecto a la situación en cuestión, siempre y cuando todos los involucrados 1- conozcan comprendan bien cuál es el objetivo final que persigue el proceso y 2- tengan un criterio uniforme de poda. Estos dos últimos aspectos son fundamentales a la hora de podar su plantación.

Ahora bien, ¿Qué beneficios trae la poda? La poda tiene variadas y muy diversas ventajas. 

  • a.) Guiar el árbol para que tome la forma deseada.
  • b.) Darle una estructura fuerte al árbol para evitar roturas o quiebres accidentales de ramas.
  • c.) Formar al árbol para que su estructura no entorpezca las tareas culturales y/o sanitarias.
  • d.) Permitir un mayor y mejor ingreso de la luz y temperatura solar hacia adentro de la copa para lograr mayor producción.
  • e.) Reducir los requerimientos de agua y nutrientes al tener un árbol de estructura menor y más controlada.
  • f.) Facilitar el desarrollo de otras actividades simultáneas intercaladas con la plantación.
  • g.) Fomentar y ayudar al árbol para que dirija sus esfuerzos a la producción de nueces por sobre el desarrollo vegetativo, logrando mejores rendimientos y nueces de mayor calidad.
  • h.) Reducir la alternancia para lograr una producción estable año a año.
  • i.) Prevenir mayores roturas o mayores desgajamientos de ramas ya comprometidas, previniendo mayores daños en la corteza.
  • j.) Prevenir enfermedades progresivas del árbol.

El proceso de poda puede ser clasificado en tres grupos según la función que cumple:

  • Poda de conducción/formación: conocida también como poda estructural o poda de invierno, cumple los objetivos listados en los puntos a.) a f.) anteriores. Se puede realizar durante el invierno en los meses de julio y/o agosto.
  • Poda de producción: conocida también como poda de verano o poda en verde, cumple el objetivo g.) y h.) de la lista anterior. Se realiza luego de la floración, en noviembre; idealmente en los primeros días del mes cuando ya pueden observarse claramente las flores femeninas fecundadas y/o el amarre del fruto.
  • Poda sanitaria: cumple con los objetivos i.) y j.) de la lista anterior y puede realizarse en forma circunstancial durante todo el año, siempre que la situación lo amerite.

Como se mencionara anteriormente, este trabajo no pretende ser un instructivo detallado e irrefutable sobre el proceso de poda en pecanes. Muy por el contrario, nuestra intención desde VIVERO ANJU es brindarle algunos conceptos básicos para que puedan ir probando en sus plantaciones a fin de mejorar el manejo de la misma.

De las tres funciones principales, en este trabajo se aborda la poda de invierno o poda de conducción, por ser la más relevante de las tres a la hora de gestionar nuestras plantaciones.

PODA DE CONDUCCIÓN / FORMACIÓN

La poda de conducción es fundamental durante los primeros 5 a 6 años de la plantación, pues arboles bien formados desde jóvenes tendrán una performance productiva superior por los próximos 30-40 años, a partir de un adecuado desarrollo de la estructura del árbol, la prevención de roturas accidentales y desgajamientos del árbol y la maximización en la entrada de luz y temperatura solar hacia el interior de la copa, lo que permitirá rendimientos mayores.

Momento idóneo de la poda de conducción- se puede realizar a partir de la última semana de junio y hasta la primera semana de septiembre, procurando siempre que al comenzar la poda el árbol se encuentre claramente en dormancia.

Si el proceso no es muy extenso, para realizar la poda dentro de estos dos meses se deben elegir los días más cercanos a la nueva brotación -idealmente en la primera o segunda semana de agosto- procurando concluir el mismo antes que comiencen a inflarse las yemas que darán lugar a la nueva brotación.

El hecho de realizar esta actividad en invierno; además de que es menos perjudicial para la salud del árbol, permite facilitar las tareas ya que se puede observar con mayor facilidad la estructura del árbol cuando el mismo está desnudo -sin follaje-.

Una cuestión de criterio

Dijimos en el apartado anterior que si bien pueden existir diferentes puntos de vista a la hora de podar un mismo árbol, lo importante es conocer y comprender los objetivos finales de la poda; además de conocer y unificar los criterios que regirán el proceso de poda.

Los objetivos finales de la poda de formación ya fueron mencionados en el apartado anterior (puntos a.) a f.) del listado).

A partir de aquí se desarrollarán resumidamente los principales criterios de esta modalidad de poda.

CRITERIO UNO: La poda puede empezar rápido

En algunos casos particulares es posible que durante los primeros meses de vida le cueste al nogal adaptarse normalmente al terreno, lo que puede evidenciarse en la falta de brotación.

Para ayudar a la planta, por lo general se recomienda podar la planta removiendo el tercio superior del tronco una vez que la misma llega del vivero.

En el caso de las plantas que han sido compradas a VIVERO ANJU esto no es necesario pues nuestro vivero entrega las mismas ya rebajadas para lograr un adecuado equilibrio entre el tamaño del tronco y el volumen de las raíces.

Más allá de esto, si a principios o mediados de noviembre observa que alguna de las plantas que ha plantado en la presente temporada no tiene brotación pero aún savia debajo de la corteza[1], se recomienda rebajar la planta hasta entre un tercio (1/3) y la mitad (1/2) de su altura.

Esta acción se lleva a cabo para “forzar” la brotación de la planta al provocar que las raíces tengan que alimentar a un tronco de menor tamaño/altura.

Rebajar el líder para forzar la brotación de un árbol atrasado

La lógica que se esconde detrás de esta práctica es sencilla: para el mismo volumen de raíces, al realizar el corte se transfiere proporcionalmente más energía (agua y nutrientes) al tronco; que luego del corte obviamente tiene menos tamaño/altura.

Una vez realizado el corte el productor debe regar el nogal con asiduidad para asegurar una adecuada provisión de agua.

Si trascurridos de 15 a 30 días luego de realizado el corte no se observa brotación, se debe cotejar nuevamente si corre savia por el tronco. En caso afirmativo habrá que seguir esperando. En caso negativo, significa que el árbol ha muerto y se debe proceder a su reemplazo.

A tener en cuenta: Si la planta muestra brotación durante los primeros meses desde que fue plantada no hace falta llevar a cabo esta práctica.

CRITERIO DOS: LIDER CENTRAL

A diferencia de otras explotaciones agrícolas en donde se busca la “formación de vaso o copa abierta”[2] (por ej.: poda del cítrico, poda del durazno) en el caso del nogal pecán el proceso debe orientarse a conducir el pecán hacia una formación de eje central -también llamado líder central-.

Mediante la conducción a un eje central se busca promover el desarrollo y crecimiento de un eje central o líder que adquiera predominancia en el eje vertical, erigiéndose como una continuación natural que sigue la misma línea y dirección del tronco.

Deben enfocarse los esfuerzos a lograr árboles de nogal pecán adultos con una estructura de eje central claramente diferenciada, buscando idealmente que la forma del árbol se asemeje a la de un “árbol de navidad”[3], como se muestra en el Gráfico B, Figura B.2.

Formación correcta e incorrecta en nogales pecán adultos.

En el GRÁFICO B, Figura B.1 se muestra una formación incorrecta del árbol. En este sistema puede notarse la ausencia de un líder claramente definido.

A tener en cuenta: no deben existir dos, tres o cuatro ejes centrales, sino que el eje central debe ser solamente uno. Esta es la razón de que se conozca al mismo comúnmente como LÍDER.

La existencia de más de un líder genera competencia inútil entre los líderes existentes (pues finalmente solamente se dejará uno de ellos), además de consumir energía en forma innecesaria mientras permanezcan dos o más líderes en la planta.

En el siguiente Gráfico pueden observarse las distintas partes del árbol.

Diferenciación del tronco, líder y ramas primarias.

¿Cuál es la razón de privilegiar una formación de eje central?

El nogal pecán suele ser un árbol de gran porte que crece rápidamente. En comparación con otras especies arbóreas la tasa de crecimiento del pecán durante la etapa activa suele ser alta, lo que provoca que durante el año se produzcan estiramientos de las ramas que pueden alcanzar hasta 2 a 2,5 metros. La alta circulación de savia necesaria para generar este crecimiento provoca que las ramas primarias durante los primeros meses suelan tener algo de debilidad estructural. Si a ello le sumamos que 1- el follaje del nogal suele ser más bien tupido y 2- una alta carga de nueces; entonces es evidente que cada rama primaria debe soportar una importante carga de peso durante la etapa activa.

Para minimizar el riesgo de rotura de ramas y desgajamientos se busca entonces formar un líder robusto con predominancia en altura y diámetro sobre el resto de las ramas que conforman la copa del árbol. El mismo sirve de sostén para las ramas primarias y fundamentalmente le da solidez y estabilidad a la estructura del nogal para que el mismo pueda soportar la carga de producción y follaje durante el año.

Otro aspecto importante sobre el líder es evitar (y/o corregir si hiciera falta) la “formación de horqueta o en V” en la base de la copa. La misma se genera cuando a la altura de las primeras ramas del tronco salen dos ramas a manera de ejes centrales que compiten por ser el líder (Gráfico d.1). Una formación de este tipo resulta sumamente complicada pues se da a nivel primario de la estructura, generando dos ramas, cada una de las cuales tendrá que soportar alrededor del 50% del peso de la masa foliar del árbol.

Con el tiempo esto provoca un debilitamiento en la zona de la horqueta (Gráfico d.2); donde se da la unión de las dos ramas y la consecuente pérdida de 50% de la capacidad productiva del árbol.

Formación de Horqueta y debilitamiento de la formación de horqueta a nivel de la unión.

Una buena estrategia es prevenir la formación de horqueta a partir de un proceso de poda racional durante los primeros 5 a 6 años de edad del árbol.

Si por cualquier motivo no se ha podado durante los primeros años y ya se cuenta con la problemática de la formación en V, entonces se debe proceder a corregir este problema para lograr que el árbol continúe desarrollándose con un líder fuerte y claramente definido, en lugar de dos líderes más débiles; con un 50% aprox. de masa foliar cada líder.

Considere que la solución a esta problemática no puede darse de la noche a la mañana, sino a partir del transcurso de podas progresivas a lo largo de -cómo mínimo- 3 (tres) años.

¿Cómo proceder? En primer lugar se debe elegir cuál de las dos ramas es la más idónea ya sea por su ubicación, dirección y/o por su aptitud para potenciarse como un líder equilibrado y robusto para el nogal pecán.

Una vez que se ha elegido la rama que se va a erigir como líder, se comienza a “rebajar” la otra rama mediante la poda programada que se realizará durante tres años sucesivos. Durante estos tres años y a medida que se lleva a cabo el rebaje de la rama que se ha elegido descartar, se podrá observar como la rama que fue inicialmente elegida como futuro líder irá tomando una posición mucho más vertical; asumiendo su nuevo papel de líder.

El proceso completo de tres años de corrección de la horqueta puede verse en el Gráfico E (las flechas verdes muestran el reacomodamiento del líder).

Proceso de poda correctivo de formación en V en árbol de nogal pecán.

Si persistiera la horqueta, en el caso potencial del futuro quiebre de uno de ellos se generaría una pérdida importante de la estructura y masa foliar del árbol.

Por último, procure eliminar las formaciones de “patas de gallo” (Gráfico F).

Patas de gallo en poda de nogales pecán.

La pata de gallo se da por lo general en todos los cortes de poda que se realicen ya sea de un año anterior o del año en curso.

Surge a partir de un corte anterior que genera la brotación de tres ramas con el mismo vigor y que siguen la misma dirección aproximada. Este problema es más significativo en el caso de que la formación de “pata de gallo” se genera a partir de un corte realizado sobre el eje central.

Durante el primer año se elige aquel brote que se constituirá en líder y se procede a remover completamente el 2º brote más robusto. Adicionalmente se elimina alrededor de la mitad del tercer brote más robusto. Finalmente se procede a rebajar el líder entre un 20 y un 30%.

A tener en cuenta: para proceder a despuntar el líder siempre se debe asegurar que el mismo tenga al menos entre 60 y 75 centímetros para promover el surgimiento de nuevas ramas en dicho tramo.

La solución a esta problemática se muestra en el Gráfico G:

Corrección en un solo paso de la Pata de gallo.

Es esperable que posteriormente o al año siguiente se formen nuevas patas de gallo sobre el líder o la rama primaria que haya sido corregida. En ambos casos se realiza el mismo procedimiento para corregir dicho problema para ambos brotes, tal cual se ha señalado en el gráfico precedente.

CRITERIO TRES: ¡ES UN ÁRBOL, NO UN ARBUSTO!

El nogal pecán es un árbol, no un arbusto. Tan simple como eso.

¿Pero qué significa esto? Significa que se debe mantener limpio el primer metro y medio (1,5) a dos (2) metros del tronco del árbol, contados a partir del nivel de suelo. Dicho de otra manera, al menos deben eliminarse las ramas que llegan hasta la altura del pecho de una persona adulta.

El objetivo aquí es que los árboles no se conviertan en gigantescos arbustos que dificultan las tareas de cosecha con competencia y/o quiebre de ramas mal insertadas en el tronco (ramas laterales demasiado bajas).

Habrá que decidir entonces que “despeje”[4] deben tener nuestros árboles: a que altura contada a partir del suelo debe surgir la primera rama de nuestros nogales, lo que dependerá directamente de: 1- cuál sea el sistema de cosecha empleado y el que se empleará a futuro, 2- si se realizan o no actividades intercalares como para aprovechar también la superficie ubicada debajo del árbol y 3- el espacio necesario para realizar las tareas culturales sin que las ramas se constituyan en un estorbo.

Decisión de altura de la primera rama (Despeje).

A tener en cuenta: eliminar las ramas inferiores del árbol es un proceso que debe darse en forma paulatina con el correr de los años.

Consideremos por ejemplo que eliminar las ramas del primer metro y medio de altura para un árbol que se encuentra ya plantado y en la primera temporada de vida, nos dejaría prácticamente sin ramas sobre el tronco.

Es por ello que se toma como regla; particularmente durante los primeros años del pecán, dejar que la estructura de ramas (con hojas sería el follaje) ocupen al menos el tercio superior del árbol.

Sobre los brotes que se encuentran en los dos tercios (2/3) inferiores del árbol hay dos posibilidades: 1- proceder a eliminarlos en la misma temporada; cualquiera sea su tamaño o el diámetro del brote o 2- dejarlos como ramas temporarias hasta que tengan mayor diámetro con el propósito de que su follaje siga produciendo comida para que se desarrolle el resto de la planta, además de que se podrá aprovechar la generación de nueces a partir de dichas ramas, al menos por una o dos temporadas.

La altura a la que debe salir la primera rama dependerá de varios factores. Veamos algunos de ellos:

  • Si se va a realizar cosecha mecanizada en el futuro conviene que el despeje sea suficiente para que un tractor o vehículo pueda acercase al árbol con un sacudidor adherido sin provocar daños a las ramas y/o a los operarios que operan la maquinaria de cosecha.
  • Las ramas deben posibilitar el acercamiento del operador de poda (para que incluso pueda ubicarse bajo la copa) para facilitar que el mismo pueda alcanzar las ramas superiores que van a cortarse.
  • Si se tiene ganado en pastoreo -ovejas, caballos, ganado vacuno- como actividad intercalar, convendrá que el despeje sea superior para evitar que los animales “se lleven por delante” las ramas, evitando potenciales daños para el árbol y para los animales. El despeje debe ser suficiente para que los animales no se choquen con las ramas ni puedan alimentarse del follaje.

La peor situación en la estructura del árbol se da en el caso de que de los primeros 50 a 100 centímetros del árbol salgan las ramas primarias con tendencia a abrirse (por la carga de peso en su etapa activa) y sin un eje central definido. La gravedad se da en el hecho de que al soportar estas ramas un peso considerable es factible que se quiebren por el mismo peso del follaje y/o los frutos, o que simplemente se quiebren por la acción del viento.

En este caso la solución es aplicar el mismo procedimiento que el planteado para la problemática de la formación en V o formación de horqueta, teniendo siempre en cuenta que se requerirán entre 3 y 5 años para corregir el árbol, dada la gravedad del problema.

Una situación complicada por falta sistemática de poda.

Igualmente hay que aclarar que con un manejo mínimo de poda durante los primeros años no debería llegar nunca la configuración en la estructura de ramas del árbol que se muestra en el Gráfico I.

CRITERIO CUATRO: ¡NO SE PASE DE ROSCA!

Si bien este trabajo aborda la poda formativa o poda de conducción, este criterio es válido para el efecto combinado de las distintas prácticas de poda que ocurren durante la temporada.

Como REGLA GENERAL, se debe podar COMO MÁXIMO ENTRE UN 25% Y UN 30% DEL ÁRBOL durante todo el año, considerando los efectos de todas las podas sumadas; es decir, teniendo en cuenta los efectos combinados de la poda de formación, la poda de verano y la poda sanitaria durante año en curso.

Correción de horqueta en nogal pecán.

Es por ello que en el caso de presentarse una formación de horqueta o en V, se recomienda una PODA PROGRESIVA LLEVADA A CABO A LO LARGO DE TRES AÑOS, pues si elimináramos una de las dos ramas de una sola vez –eliminación del 100% de la rama mediante un solo corte-, estaríamos eliminando alrededor del 50% del árbol en la misma temporada; con lo que es altamente probable que la producción del año o años siguientes se vean afectadas negativamente.

Ahora bien, ¿por qué no podar más de un 25-30% en la misma temporada? Pues una poda por arriba de dichos porcentajes afectaría negativamente los rendimientos de cosecha del año siguiente, pudiendo llegar a afectar los rendimientos incluso hasta a los tres años siguientes.

Esto se produce porque al eliminar un porcentaje tan significativo de la estructura y masa foliar, todas las energías del árbol irán dirigidas a recuperar su follaje (por lo que se fomentará el desarrollo vegetativo) y muchas menos energías a producir nueces (menos énfasis en el desarrollo productivo).

A tener en cuenta: Siempre es conveniente podar, pero hay que tener el criterio suficiente para saber hasta cuando podar y no pasarse de rosca.

CRITERIO CINCO: ¿Para dónde salen las ramas primarias?

Las ramas primarias son las que salen directamente del líder. Las ramas secundarias en cambio, tendrán su origen en una rama primaria. A su vez, las ramas terciarias tendrán su origen en una rama secundaria. Y así sucesivamente.

En el nogal pecán, durante la etapa de dormancia se debe observar que las ramas primarias tengan un ángulo con respecto al eje central de entre 45º y 65º de abertura. Si bien estos ángulos pueden parecerle a algunos productores “demasiado cerrados” durante el período de dormancia, durante la etapa activa estas ramas asumen un ángulo mayor debido al peso del follaje y la carga de nueces que deben soportar. Sus ángulos por lo tanto, no puede ser ni demasiado cerrados (menores a 45º) ni demasiado abiertos (mayores a 70º).

Ángulos demasiado agudos -cerrados- podrán observarse en ramas primarias que tienden a desarrollarse en forma paralela al eje central, y con mínima separación con respecto al mismo. Además de no fructificar, al desarrollarse en la parte interior de la copa tienen una inclinación natural a estirarse (crecer verticalmente) para buscar más luz y temperatura solar. De esta forma se constituyen como competidores naturales del eje central, consumiendo una importante cantidad de energía -restando estos valiosos recursos que servirían de otra manera para el desarrollo del líder y ramas más productivas- y sombreando el interior de la copa; con lo que se verá dificultada la brotación y fructificación a partir de cargadores[5] que surjan directamente del líder. Dicho de otra forma: consume recursos sin generar beneficio alguno.

Ramas a eliminar de un nogal pecán.

En el Gráfico puede observarse la eliminación de ramas por tener un ángulo muy cerrado con respecto al eje central (a y b).

Adicionalmente se muestra la eliminación de ramas que se encuentran por debajo de una altura de 1,5 metros, de acuerdo a lo comentado en el Criterio Tres.

A tener en cuenta: no se apure en eliminar las ramas que se encuentran por debajo del metro y medio (1,5 metros). Tiene tiempo: como máximo elimine entre dos o tres ramas por año por debajo de dicha altura.

Ramas con un ángulo muy abierto (por arriba de 70º con respecto al eje central), también deben ser tenidas en cuenta para eliminarse en el futuro (cuando haya otras de mejor ángulo que crezcan del eje central), pues al vestir su follaje y cargar una gran cantidad de frutos durante su etapa activa el ángulo que forma con respecto al eje central tenderá a abrirse más (por encima de 90º), generando presión y probablemente el quiebre o desgajamiento de la rama primaria en su unión con el eje central.

Puede observarse en el Gráfico L el caso de un árbol como el visto anteriormente, pero cuya primera rama (d) tiene un ángulo muy abierto (de 80º a 85º) en la unión con el eje central cuando el árbol se encuentra sin follaje y frutos (dormancia) y cuando el mismo árbol se encuentra con follaje y frutos (etapa activa).

Puede observarse como el peso ejercido por el follaje y los frutos en la etapa activa genera un ángulo más abierto (superior al 90º), lo que ejerce una presión importante en la unión entre dicha rama primaria y el líder.

Si la carga es considerable, esta situación no solo conlleva un riesgo elevado de quiebre o desgajamiento de la rama primaria a la altura de la unión con el eje central; sino que también torna a dicha rama improductiva, por lo que deberá ser finalmente removida.

Presión ejercida en la unión entre rama primaria y eje central por efecto de ángulo abierto en dicha rama (d) para un árbol sin follaje ni frutos (en dormancia) y para el mismo árbol cuando se encuentra con follaje y frutos (etapa activa).

Gráfico L. Presión ejercida en la unión entre rama primaria y eje central por efecto de ángulo abierto en dicha rama (d) para un árbol sin follaje ni frutos (en dormancia) y para el mismo árbol cuando se encuentra con follaje y frutos (etapa activa).

En el caso del ejemplo de la rama (d) del Gráfico anterior, se deberá proceder a remover la rama ya que la misma durante la etapa activa adopta un ángulo con respecto al líder superior a los 90º, por lo que se desarrollará débil y no tendrá productividad.

Otro tema es importante es la dirección que deben tener las ramas primarias a todo lo largo del eje central, a medida que estas se desarrollan a mayor altura.

Las ramas primarias deben salir en forma helicoidal alrededor del tronco; es decir, en todas las direcciones.

Para simplificar, supongamos un árbol de pecán que cuenta tan solo con cuatro ramas primarias. La vista superior del eje central y la distribución ideal de sus ramas primarias sería la que se muestra en el Gráfico M.

La lógica de conducir el árbol de esta manera es lograr una mejor distribución del peso en forma equilibrada en todas las direcciones, y permitir la mayor exposición posible del follaje a la luz y temperatura solar, para maximizar los rendimientos productivos.

Vista aérea de las cuatro ramas principales del nogal pecán.

Gráfico M. Vista aérea de árbol de 4 (cuatro) ramas primarias

Considerando la distancia existente entre el origen de una rama y el origen de otra rama sobre el eje vertical, lo ideal es lograr una separación de al menos 20 a 35 centímetros entre ramas primarias.

EJEMPLO: Si se siguen correctamente las dos últimas prácticas de conducción señaladas, en su etapa de adultez el nogal pecán tendría la primer rama primaria (la más cercana al suelo) en un ángulo de 50º con respecto al eje central y estaría apuntando en dirección al sur por ejemplo. La segunda rama primaria (la segunda más cercana al suelo) tendría por ejemplo un ángulo de 45º y estaría apuntando hacia el este, mientras que la tercera rama tendría un ángulo de 60º y estaría apuntando hacia el norte. Finalmente la última rama tendría un ángulo de 45º y estaría apuntando al oeste. Los orígenes de estas ramas (sus uniones con el líder) deberán estar separadas entre sí por al menos 20 a 35 centímetros.

A tener en cuenta: cuando se esté conduciendo un árbol desde joven, se debe buscar desarrollar progresivamente de 6 a 10 ramas primarias ordenadas en forma helicoidal a lo largo del eje central y separadas entre sí por entre 20 y 35 centímetros cada una. Los árboles que tienen mayor cantidad de ramas de tamaño medio se pueden cosechar en forma mucho más sencilla con un shaker mecánico que aquellos pecanes que solamente cuenten con dos o tres ramas primarias de mayor tamaño relativo.

A la hora de podar el árbol, tenga siempre en cuenta cuál es la estructura ideal y siempre trate de conducir el árbol hacia dicha estructura ideal.

Dado que no hay dos árboles que sean iguales entre sí, lograr una estructura con una distribución tan ordenada resulta sumamente difícil, pero igualmente al dirigir sus esfuerzos a acercarse lo más posible a dicho patrón ideal se logrará que el árbol se desarrolle y produzca de manera más acorde a lo que se espera de él.

CRITERIO SEIS: ¿Y las ramas más finas para dónde salen?

Por ramas finas nos referiremos aquí a las ramas secundarias, ramas terciarias y ramas cuaternarias. A este grupo de ramas se las denominará aquí indistintamente como “RAMAS PRODUCTIVAS”.

La denominación común no es casual: es en los extremos de estas ramas donde se dará mayormente la floración, fecundación y amarre del fruto; es decir, estas ramas son las que generan producción de nueces.

Es sabido que las ramas productivas deben tener como máximo entre 40 y 60 centímetros de largo durante la temporada para poder fructuficar. Estas ramas son conocidas como cargadores y su papel fundamental consiste en producir nueces.

De acuerdo a este criterio, se debe efectuar la poda con el fin de ir abriendo el árbol para permitir mayor ingreso de luz y temperatura solar hacia el interior de la copa y al mismo tiempo seleccionar las ramas que tengan mayores aptitudes productivas, para que las mismas también sirvan posteriormente para seguir conduciendo al árbol hacia la estructura buscada en el futuro.

En primer lugar, se deben despuntar las ramas que se estiran demasiado durante la temporada removiendo su desarrollo terminal para dejarlas de una largo de entre 40 y 60 cm. de largo. Esta práctica promueve la brotación de pequeñas ramas laterales, lo que brinda una mayor posibilidad de encontrar nueces (en esta rama o en ramas que tengan su origen en la misma) en temporadas siguientes[6].

Si no se las rebaja, consumirán energía para fomentar su desarrollo vegetativo que se manifiesta en el crecimiento apical de las mismas.

Adicionalmente, si una rama se estira demasiado durante la temporada, no solo no tendrá producción durante el año en curso y el siguiente, sino que tenderá a desarrollar su follaje en su extremo (provocando el efecto sombrilla) y reduciendo la penetración de luz solar en la copa, con lo que se reducirá además la brotación de cargadores hacia el interior de la copa, con lo que finalmente se verá reducido por partida doble en rendimiento productivo del pecán.

Otros consejos:

Si recordamos la forma de V invertida o arbolito de navidad a la que se hacía mención en el Criterio Uno, entonces resulta evidente que deberán rebajarse o podarse completamente las ramas que se extienden más allá de los límites naturales de la copa.

Se deben remover las ramas que se cruzan entre sí, las que se dirigen hacia el líder y aquellas que crecen en forma paralela al líder.

También se deben remover aquellas ramas que se dirigen hacia abajo pues terminan siendo improductivas.

El invierno es una buena época para podar aquellas ramas muertas o que estén dañadas (es lo que se conoce como poda sanitaria).

Eliminar chupones[7].

Recuerde promover un buen espaciamiento entre rama y rama que tienen su origen en el eje central. Hay que espaciar las ramas laterales en forma uniforme alrededor del líder para prevenir el amontonamiento cuando las ramas comienzan a crecer en diámetro.

Para ramas que salen del mismo nudo se debe proceder a elegir la que en suma está mejor posicionada y muestra la mejor dirección y eliminar el resto. En este caso se le debe dar prioridad en la elección a la rama que permite “abrir” más el árbol.

Un ejemplo de este caso se da en el caso de dos ramas que tienen el mismo origen y una sombrea a la otra al crecer exactamente encima de la otra. En este caso se procede eliminar la que va más vertical y dejar la que tiene una dirección más horizontal; como puede observarse a continuación.

Elegir la rama mejor posicionada.

En el Gráfico O expuesto a continuación puede observarse algunos consejos a tener en cuenta para llevar a cabo un proceso de poda exitoso (siempre eliminando menos de un 30% de la estructura del árbol).

Proceso de poda de temporada eliminando menos del 30% de la estructura del árbol.

Gráfico O. Proceso de poda de temporada eliminando menos del 30% de la estructura del árbol.

CRITERIO SIETE: El sol también juega

Muchas veces las dudas pueden presentarse a la hora de determinar por donde se empieza a podar. Lo ideal en estos casos es tomarse el tiempo suficiente y dar varias vueltas alrededor del árbol para estudiarlo de todos los ángulos.

Proceder de esta manera puede ser una ayuda invaluable a la hora de elegir dos o más ramas que compiten para ser el líder: darle vueltas al árbol y observarlo desde diferentes ángulos seguramente nos dará una mejor percepción de que rama tiene mayor potencial para desarrollarse como líder.

Es conveniente que la cara que da al oeste sea la que primero y mejor “se abra” para permitir que el solo “entre” al interior de la copa.

A tener en cuenta: conviene siempre que el árbol esté “más abierto” en su cara oeste que es de donde recibe más horas de luz y temperatura solar.

Finalmente, para plantaciones adultas el sol nos puede dar un buen indicio de si la plantación permite la entrada de luz solar o no. Esto se puede constatar fácilmente observando si la luz solar puede ingresar hacia el interior de la plantación o sí; por el contrario, las copas generan un “efecto techo[1]” en la plantación, impidiendo la entrada de luz y temperatura solar.

Al no permitir la entrada de luz y temperatura solar, el efecto techo genera un microclima debajo de las copas de la plantación y a nivel de suelo, pues hay una mayor conservación de humedad ambiente y menor circulación de aire que acentúa la humedad, lo que convierte al suelo de la plantación y al interior de las copas en ambientes propicios para la proliferación de hongos. Esta situación puede afectar el follaje de las plantas, hacer decaer el volumen productivo (donde no da el sol no se desarrollan cargadores ni follaje y no hay producción) y disminuir la calidad de la nuez por el efecto perjudicial de los hongos.

¿Cómo se evita este efecto? Reduciendo el radio/diámetro de las copas de sus árboles para permitir el ingreso de los rayos solares. Como regla general, en cualquier momento entre las 9:00 y las 18:00 se debe procurar que al menos el 33% de la superficie del suelo de la plantación esté iluminada/ocupada por luz solar, mientras que el 67% restante puede permanecer ocupada por sombra. Esta regla se denomina “regla del tercio” y cobra importancia cuando la plantación ha llegado a su etapa de madurez y se busca que la misma se mantenga lo más saludable posible.

En plantaciones que aún no han alcanzado la etapa de madurez no tiene sentido corroborar la existencia del efecto techo pues las copas de árboles jóvenes aún no tienen la envergadura suficiente para dificultar el ingreso de luz y temperatura solar a la plantación.

CRITERIO OCHO: Al que madruga

¿Cuándo se debe empezar a podar? Respuesta: LO ANTES POSIBLE.

Mientras antes se comience con la poda, más fácil será lograr un árbol conducido a eje central y con una estructura de ramas bien equilibrada. De esta manera la poda de formación en plantas jóvenes asegurará plantas más vigorosas y con mayor producción.

Para árboles recién plantados, el primer proceso de poda (extremadamente simple y rápido) se llevará a cabo cuando haya transcurrido su primera temporada activa; es decir, en el invierno del año siguiente. En esta ocasión comienza a delimitarse aquella rama que tenga mayor potencial para cumplir el papel de eje central.

Si la poda se realiza adecuadamente y desde una edad temprana, es muy posible que luego de unos cuantos años el árbol no necesite más su ayuda, pues ya contará con una estructura idónea.

Veamos a continuación en el Gráfico P dos procesos de conducción.

dos procesos de conducción de nogales pecán, uno correcto y otro incorrecto.

En la conducción correcta puede observarse una correcta elección y conducción a líder central luego de haber transcurrido la primera temporada activa. Posteriormente se desarrollan las ramas primarias en forma helicoidal a lo largo del líder y posteriormente se conducen dichas ramas para lograr un mayor desarrollo de cargadores.

En la conducción incorrecta puede verse como se da un primer paso erróneo al no seleccionar y darle predominancia a un líder central bien delimitado. Al año siguiente este problema se agrava al engrosarse las ramas en competencia, para terminar finalmente con un árbol sin líder central, con poco ingreso de luz al interior de la copa y en resumen; una estructura deficiente.

Cuando el árbol ya alcanza cierto desarrollo vertical, de a poco y con paciencia se puede comenzar a levantar la pollera del mismo (comenzar a eliminar paulatinamente sus ramas más bajas) para darle altura.

Como ya se comentó varias veces en este trabajo, lo importante es ir abriendo el árbol para maximizar el ingreso de luz y temperatura hacia el interior de la copa. El ingreso de luz es esencial para el desarrollo de la floración y para lograr un óptimo prendimiento del fruto.

A pesar de que haya árboles que pueden estar expuestos a luz plena todo el día, un follaje demasiado denso –es decir: una copa cerrada- puede llegar a impedir que la luz llegue a penetrar más de 30 o 45 centímetros hacia adentro de la copa. Abrir la copa también permite un adecuado flujo de aire en el interior, lo que a su vez permite que la humedad se seque rápidamente y se minimice la incidencia de hongos hacia el interior de la copa. Adicionalmente, una copa abierta permite una mayor penetración de fungicidas y pesticidas, lo que ayuda a mantener más saludable el árbol.

Hay otras ventajas de abrir el árbol: permite además limitar el crecimiento de ramas a un nivel manejable, promueve la fructificación [hacia el interior de la copa] y el desarrollo de brotes secundarios horizontales a lo largo de la rama a la cual se le ha realizado el corte o rebaje.

A tener en cuenta: si la poda no se lleva a cabo durante los primeros años, la poda realizada posteriormente posiblemente ocasionará una reducción en el volumen de producción, pues dicha poda correctiva necesariamente deberá más severa e invasiva.

CRITERIO NUEVE: La poda es un proceso programado

Un proceso de poda lleva tiempo y no puede hacerse de un día para el otro.

Como mínimo se necesitan cinco años de conducción del árbol para lograr una buena estructura. Cada árbol será diferente al resto a pesar de todos sus intentos por intentar que los mismos se vean iguales. Por lo tanto, cada árbol tendrá necesidades de poda particulares y diferentes a la de otros árboles.

Más allá de ello, si se siguen estos criterios generales de poda y una vez que el árbol esté bien formado, a futuro solo restará mantener al árbol con el tamaño deseado; es decir, con el diámetro de copa y la altura que sean más convenientes para que el árbol sea manejable y se logre maximizar la producción.

El diámetro de copa va a estar determinado por el cuadro de plantación elegido. A mayor intensidad del cuadro de plantación menor será el diámetro de copa de cada árbol, teniendo en cuenta además que necesariamente se debe respetar la regla del tercio en plantaciones adultas.

La altura por otra parte, debe ser la que permita manejar el árbol sin inconvenientes. En este caso se aconseja que la altura del árbol; definida aquí entre la distancia del origen de la primera rama –la rama cuyo origen está más cercano al suelo- y la terminación apical del líder (la punta del líder) sea la misma que el diámetro de copa.

Como ejemplo, en un cuadro de plantación de 7x10 el diámetro de la copa sería de 7 metros (radio de 3,5 metros) mientras que la altura sería de 7 metros.

Como enseñanza general de este instructivo debe quedar la idea de que tanto estructura como tamaño del árbol pueden y deben ser programadas, determinadas y manejadas íntegramente por el productor, mediante una conducción adecuada del nogal pecán, con el fin de aumentar la rentabilidad actual y potencial del árbol, disminuir los costos extras de manejo, regular los rendimientos productivos al reducir la alternancia y aumentar la vida productiva del árbol.

Conducción progresiva a partir de 4 procesos.

Gráfico Q. Conducción progresiva a partir de 4 (cuatro) procesos

Referencias:

  • [1] Esto puede comprobarse realizando una pequeña incisión con una navaja o cuchillo sobre el tronco, prestando atención a la coloración que subyace a la corteza).-
  • [2] El sistema de poda de vaso o copa abierta de bajo viento y ramas cargadoras laterales busca la eliminación del eje central o líder permitiendo que la luz y temperatura solar entren al interior de la copa directamente desde su parte superior. En esta metodología de poda la planta se conduce con 3 ó 4 ramas principales no muy altas y abiertas en forma de “copa”, sin ramas primarias en su interior, facilitando la penetración del sol al interior de la planta y la formación de ramas fructíferas.-
  • [3] Las ramas inferiores son las más largas mientras que a medida que vamos subiendo la longitud de las ramas primarias decrece, para permitir una mayor exposición a la luz y temperatura solar.-
  • [4] Despeje: espacio libre “sin ramas” debajo de la copa de los nogales.-
  • [5] Se denomina cargadores a las ramas de entre 10 a 20 centímetros (elongación baja a media) que pueden surgir tanto del líder como de ramas primarias, secundarias y terciarias; que presentan carga productiva -producción de nueces- y mínimo desarrollo vegetativo.-
  • [6] Posteriormente se pueden elegir las mejores ramas laterales y conducirlas también de acuerdo a nuestras intenciones.-
  • [7] Por chupón se conoce a aquellos brotes que tienen su origen ya sea del líder central o en una de las ramas (por lo general al interior de la copa) que buscan inmediatamente una posición marcadamente vertical. Se caracterizan por ser brotes que crecen rápidamente (pueden alcanzar los dos metros o dos metros y medio en la misma temporada si no se los elimina) y por no presentar ramificaciones en toda su extensión. Adoptan por lo general un color más verde que el resto de las ramas de su misma extensión.-
  • [8] El “efecto techo” se presenta cuando el diámetro de la copa de cada árbol se extiende más allá de los límites recomendables provocando que las distintas copas -recubiertas de follaje- de árboles ubicados en diferentes líneas se toquen al centro del espacio interlíneas o callejones.-